El intemperismo es un proceso por el cual las masas de roca se descomponen lentamente en trozos más pequeños. Estas piezas pueden llevarse en otro proceso llamado erosión. La intemperie mecánica se refiere a cualquier proceso de meteorización que dependa de las fuerzas físicas, a diferencia de las fuerzas químicas o biológicas. La meteorización mecánica también actúa sobre la superficie de una roca en lugar de sobre su estructura interna.
Cuña de escarcha
El agua puede infiltrarse incluso en las grietas más pequeñas en la superficie de una roca. Si esa agua se congela, la corta un poco más. Esto sucede porque el agua se expande cuando se congela. Los ciclos repetidos de congelación y descongelación finalmente destruyen las rocas sólidas. Este proceso se conoce como acuñamiento por congelación y generalmente ocurre en climas más fríos. Las laderas de montañas cubiertas de cantos rodados son ejemplos de acuñación de escarcha en acción.
Exfoliación
El magma que se enfría y se endurece bajo tierra se convierte en una roca ígnea conocida como granito. El granito se comprime mientras está bajo tierra, pero si se elimina la roca superpuesta, se libera la presión. La masa de granito se hincha y se levanta lentamente en una especie de forma de domo. En la superficie del granito, las hojas se desprenden en un proceso conocido como exfoliación. Estas láminas se deslizan por la cara de la cúpula y se amontonan en la parte inferior.
Cristalización
La sal en forma de cristales minerales rompe la roca de forma muy similar a la acuñación de escarcha. A medida que la sal se deposita en las fisuras de las rocas, se expande ligeramente y la separa más. Las partes de la Antártida se destacan especialmente por su evidencia de cristalización de sal. Los geólogos creen que el acuñamiento de las heladas y la cristalización de la sal funcionan en conjunto para capear las rocas. Cuando uno está inactivo, el otro está activo y viceversa.
Insolación
En las áreas desérticas, las rocas están expuestas a fluctuaciones extremas de temperatura entre la noche y el día. Las rocas no son buenos conductores de calor, y estos cambios de temperatura ejercen una gran presión sobre sus estructuras físicas. La superficie se expande mientras el interior intenta mantener la misma forma. Eventualmente, se forman grietas dentro de la roca y se extienden a lo largo de la superficie. Verter agua sobre una roca sobrecalentada demuestra dramáticamente este efecto, aunque en el desierto las rocas experimentan innumerables ciclos de calor y frío antes de romperse.