* Bulbos incandescentes: Estas bombillas funcionan pasando electricidad a través de un filamento delgado hecho de tungsteno. El filamento tiene alta resistencia, lo que significa que resiste el flujo de electricidad. Esta resistencia hace que el filamento se caliente intensamente, alcanzando las temperaturas lo suficientemente altas como para brillar intensamente (incandescencia). Este proceso es muy ineficiente, y la mayor parte de la energía eléctrica se desperdicia como calor.
* Bulbos fluorescentes: Si bien estas bombillas son más eficientes que las bombillas incandescentes, todavía producen calor. Funcionan usando una corriente eléctrica para excitar el vapor de mercurio, que emite luz ultravioleta (UV). La luz UV luego golpea un recubrimiento de fósforo dentro de la bombilla, lo que hace que emita luz visible. Mientras que se produce menos calor que en las bombillas incandescentes, el proceso aún genera cierta energía térmica.
* Bulbas LED: Estas son las bombillas más eficientes en energía, produciendo la menor cantidad de calor. Trabajan pasando electricidad a través de un diodo semiconductor, que emite luz cuando los electrones se mueven de un nivel de energía más alto a uno inferior. Si bien se genera calor debido a la resistencia en los circuitos, es mínimo en comparación con otros tipos de bombillas.
En resumen: Las bombillas producen energía térmica debido a la resistencia que presentan al flujo de electricidad, lo que conduce a la conversión de energía eléctrica en calor. Esto es más pronunciado en las bombillas incandescentes, seguido de bulbos fluorescentes, con bombillas LED que generan la menor cantidad de calor.