1. Photosíntesis: Los árboles, la fuente de nuestra leña, son organismos vivos que capturan la energía de la luz solar a través de un proceso llamado fotosíntesis. Durante la fotosíntesis, los árboles usan la luz solar, el dióxido de carbono del aire y el agua del suelo para crear azúcares (glucosa) y oxígeno. Esta glucosa es su fuente de alimento y se almacena en su madera.
2. Energía almacenada: La glucosa creada por la fotosíntesis contiene energía química que originalmente se deriva de la luz solar. Esta energía se almacena dentro de las moléculas complejas de la madera.
3. Madera ardiente: Cuando quemamos madera, esencialmente estamos invirtiendo el proceso de fotosíntesis. El calor del fuego descompone las moléculas complejas de la madera, liberando la energía química almacenada como calor y luz.
4. Transformación de energía: La energía química almacenada en la madera se transforma en energía de calor y luz, que experimentamos como la calidez y las llamas del fuego. Esta transformación es una liberación de la energía del sol que fue capturada por el árbol hace mucho tiempo.
En resumen: La energía de un fuego de madera finalmente proviene del sol. Los árboles usan la luz solar para crear su propia comida, almacenando la energía del sol en su madera. Cuando quemamos esa madera, liberamos la energía del sol que fue capturada hace mucho tiempo.