* Intensidad de sonido: La energía real en una onda de sonido se mide por su intensidad, medida en unidades de vatios por metro cuadrado (W/m²). Una mayor intensidad significa que la onda de sonido lleva más energía.
* decibelios: Usamos la escala Decibel (DB) para medir el volumen, que es una escala logarítmica. Esto significa que un pequeño cambio en Decibels representa un gran cambio en la intensidad del sonido. Por ejemplo, un aumento de 10 dB representa un aumento de diez veces en la intensidad del sonido.
* Percepción subjetiva: El volumen es una percepción subjetiva, lo que significa que varía de persona a persona y está influenciado por varios factores:
* frecuencia: Nuestros oídos son más sensibles a las frecuencias en el rango medio de la audición humana (alrededor de 3 kHz). Los sonidos en estas frecuencias se percibirán como más fuertes que los sonidos con la misma intensidad pero frecuencias más bajas o más altas.
* Duración: Un sonido que dura más se percibirá generalmente como más fuerte que un sonido más corto con la misma intensidad.
* contexto: El volumen de un sonido puede estar influenciado por el nivel de ruido de fondo, así como nuestras expectativas y experiencias previas con sonidos similares.
Por lo tanto, si bien la intensidad del sonido es una medida física de energía, el volumen es una medida perceptiva de cómo experimentamos esa energía.