1. Ingesta de energía:
* comida: Consumimos alimentos, que contiene energía química almacenada en carbohidratos, grasas y proteínas.
* Digestión y absorción: Nuestro sistema digestivo descompone los alimentos en moléculas más pequeñas que se pueden absorber en el torrente sanguíneo.
2. Respiración celular:
* glucosa (de carbohidratos) es la fuente de combustible principal. Entra las células y sufre una serie de reacciones químicas llamadas respiración celular.
* glucólisis: La glucosa se descompone en piruvato, liberando una pequeña cantidad de ATP (trifosfato de adenosina), la moneda de energía primaria del cuerpo.
* ciclo Krebs: Pyruvato entra en las mitocondrias, la potencia de la célula, y se descompone aún más, produciendo más portadores de ATP y electrones.
* cadena de transporte de electrones: Los portadores de electrones transfieren electrones a través de una serie de reacciones, generando un gradiente de protones a través de la membrana mitocondrial. Este gradiente se utiliza para producir grandes cantidades de ATP.
3. Salida de energía:
* ATP: La energía almacenada en ATP se usa para varios procesos celulares:
* Contracción muscular para el movimiento
* Impulsos nerviosos para la comunicación
* Síntesis de proteínas para construir y reparar tejidos
* Mantener la temperatura corporal
* Procesos celulares como el crecimiento y la reparación
* Heat: Se libera cierta energía como calor, contribuyendo a la temperatura de nuestro cuerpo.
* Productos de desecho: La respiración celular también produce productos de desecho como dióxido de carbono y agua, que se eliminan del cuerpo.
Puntos clave:
* La energía nunca se crea o destruye, solo se transforma. Este es el principio fundamental de la termodinámica.
* Eficiencia: El cuerpo humano no es 100% eficiente en la transformación de energía. Se pierde algo de energía como calor.
* Otras fuentes de energía: Si bien la glucosa es la fuente de combustible primaria, el cuerpo también puede usar grasas y proteínas para obtener energía bajo ciertas condiciones.
* hormonas: Las hormonas como la insulina y el glucagón regulan la descomposición y el almacenamiento de energía de los alimentos.
En resumen:
El cuerpo humano transforma la energía a través de una cadena compleja de reacciones químicas, comenzando con la ingesta de alimentos y terminando con la producción de ATP para procesos de vida vitales. Esta transformación energética garantiza el funcionamiento de cada célula y órgano, lo que nos permite movernos, pensar, crecer y mantener la vida.