1. Generación de electricidad: Las centrales eléctricas térmicas usan el calor de los combustibles ardientes como el carbón, el gas natural o el petróleo para producir vapor. Este vapor impulsa turbinas, que a su vez generan electricidad.
2. Calefacción y enfriamiento: La energía térmica se usa en los sistemas de calefacción para calentar casas y edificios. También se utiliza en sistemas de refrigeración y aire acondicionado para enfriar edificios y almacenar alimentos.