* Contenido de agua: Si bien nuestros cuerpos son en su mayoría agua, no es agua pura. Los iones y las sales disueltas en nuestros fluidos corporales son los que permiten cierta conductividad eléctrica. Sin embargo, en comparación con metales como el cobre o la plata, la conductividad es significativamente menor.
* Resistencia de la piel: Nuestra piel proporciona una barrera significativa para la corriente eléctrica. La capa externa de las células muertas actúa como un aislante, y el contenido de humedad puede variar mucho dependiendo de factores como el sudor y la humedad.
* Resistencia interna: Nuestros órganos y tejidos internos también tienen cierta resistencia al flujo eléctrico.
¿Por qué el concepto erróneo?
La idea de que los humanos son buenos conductores probablemente se deriva del hecho de que:
* El agua es un buen conductor: En su mayoría somos agua, y el agua conduce electricidad. Sin embargo, como se mencionó anteriormente, son las impurezas disueltas las que contribuyen a la conductividad, no al agua pura.
* Electrocución: Experimentamos los peligros de la descarga eléctrica. Esto se debe a que incluso una pequeña cantidad de corriente que pasa por el cuerpo puede alterar las funciones vitales. Pero esto no significa que seamos buenos directores.
En conclusión: Si bien los humanos pueden ser electrocutados, no somos buenos conductores de electricidad. Nuestros cuerpos ofrecen una resistencia significativa a la corriente eléctrica en comparación con materiales como metales.