1. Intensidad y dirección: La luz puede ser demasiado intensa, causando molestias, daños a los ojos o incluso quemaduras. La luz solar también es direccional, lo que significa que solo ilumina ciertas áreas, dejando otras en la sombra.
2. Penetración limitada: La luz no penetra objetos opacos, lo que lo hace inadecuado para iluminar espacios cerrados o ver estructuras internas.
3. Conversión de energía: Si bien la luz puede usarse para generar electricidad (células fotovoltaicas), el proceso aún es relativamente ineficiente y los paneles solares pueden ser costoso.
4. Impactos ambientales: Si bien la energía solar es una fuente limpia y renovable, la fabricación y eliminación de paneles solares pueden tener impactos ambientales, particularmente relacionados con el uso de metales de tierras raras.
5. Dependencia diurna: La luz solar solo está disponible durante las horas de día, lo que limita su uso para aplicaciones nocturnas.
Es importante recordar que estas no son "desventajas" en un sentido negativo, sino más bien limitaciones o desafíos que deben abordarse en ciertas aplicaciones. La energía de la luz es una fuerza poderosa y versátil, y sus beneficios superan con creces cualquier posible inconveniente.