Radiación: Las brasas calientes o las llamas de gas emiten radiación infrarroja, que calienta directamente los alimentos.
Convección: El calor de las brasas o llamas calienta el aire que rodea la comida, creando corrientes de convección. Este aire caliente luego transfiere el calor a la comida.
Conducción: Si bien es menos significativo que la radiación y la convección, la conducción también juega un papel. El alimento en contacto directo con las rejillas de la parrilla o una superficie de cocción transfiere el calor a través de la conducción.
En general: La combinación de estos tres métodos de transferencia de calor da como resultado la deliciosa y perfecta comida de barbacoa que todos disfrutamos.