* El hierro es un metal: Los metales son excelentes conductores de calor debido a sus electrones libres que pueden transferir fácilmente la energía.
* El alcohol es un líquido: Los líquidos son generalmente conductores de calor más pobres que los sólidos. Esto se debe a que las moléculas en un líquido están más separadas y tienen enlaces más débiles, lo que hace que sea más difícil que la energía térmica se transfiera entre ellas.
Aquí hay algunos ejemplos para ilustrar:
* Una sartén de metal se calienta más rápido que un vaso de agua: Esto se debe a que la sartén de metal conduce fácilmente desde la estufa hasta la comida, mientras que el agua tardará más en calentarse.
* Puedes sostener un vaso de alcohol sin quemarte la mano, pero tocar una plancha caliente te quemará rápidamente: Esto muestra la diferencia en la conductividad del calor entre las dos sustancias.
En resumen, el hierro es un conductor de calor significativamente mejor que el alcohol.