Se puede intercambiar energía entre el sistema y sus alrededores.
He aquí por qué:
* Sistemas abiertos: Los sistemas abiertos se caracterizan por la capacidad de intercambiar materia y energía con su entorno. Este intercambio puede tomar varias formas, como la transferencia de calor, el trabajo realizado en o por el sistema, o el movimiento de la materia dentro o fuera del sistema.
* Conservación de energía: Si bien la energía no puede ser creada o destruida (la primera ley de la termodinámica), se puede transferir y transformarse. En un sistema abierto, esta transferencia ocurre entre el sistema y su entorno.
Ejemplos de sistemas abiertos:
* Una olla de agua hirviendo: La energía térmica se transfiere desde la estufa al agua, y se puede perder algo de calor en el aire circundante.
* Un organismo vivo: Los organismos toman energía de los alimentos y liberan energía como productos de calor y desecho.
* La tierra: La Tierra recibe energía del sol y libera parte del espacio.
Nota importante: Los sistemas cerrados, por otro lado, pueden intercambiar energía, pero no importan con su entorno. Los sistemas aislados intercambian ni materia ni energía.