1. Colisiones inelásticas:
* Deformación y calor: Cuando un objeto rebota, se deforma ligeramente, convirtiendo parte de su energía cinética en calor. Esta deformación no es perfectamente elástica, lo que significa que no devuelve toda la energía al objeto. El calor generado se disipa en los alrededores.
* sonido: Los objetos que rebotan crean ondas de sonido, que llevan algo de energía.
2. Resistencia del aire:
* fricción: La resistencia al aire crea una fuerza que se opone al movimiento del objeto de rebote, ralentizándolo y convirtiendo parte de su energía cinética en calor.
3. Fricción interna:
* MOVIMIENTO DE MOLECULA: Incluso dentro del objeto en sí, hay fricción interna a medida que las moléculas se mueven entre sí, generando calor.
4. Propiedades de la superficie:
* Rugosidad: Una superficie rugosa causará más pérdida de energía debido al aumento de la fricción y la deformación.
* Elasticidad: La elasticidad del material determina cuánta energía se almacena y libera durante el rebote. Menos materiales elásticos pierden más energía.
5. Transferencia de energía a la superficie:
* Vibración superficial: Se transfiere cierta energía a la superficie que el objeto rebota, causando vibraciones.
El resultado de estas pérdidas de energía es que cada rebote será ligeramente más bajo que el anterior hasta que el objeto finalmente se descanse.
Ejemplo: Una pelota de goma que rebota en un piso de concreto experimentará todos estos factores. Parte de su energía se convertirá en calor debido a la deformación, el sonido y la resistencia al aire. El piso de concreto también absorberá algo de energía a través de vibraciones. Esto conduce a una disminución en la altura de rebote de la pelota con el tiempo.