Piense en ello como un grifo de agua. El grifo no usa agua, solo permite que el agua fluya a través de él.
El dispositivo conectado es el que usa energía. La cantidad de energía que utiliza depende de su potencia (consumo de energía).
Por ejemplo, un cargador de teléfono podría usar 5 vatios, mientras que un secador de pelo podría usar 1500 vatios. Cuanto mayor sea la potencia, más energía consume el dispositivo.