1. Contacto físico directo: Los objetos deben estar en contacto físico directo entre sí. Esto permite la transferencia de energía térmica a través de la vibración de moléculas en la interfaz.
2. Diferencia de temperatura: Debe haber una diferencia de temperatura entre los dos objetos. La energía térmica fluye desde el objeto a una temperatura más alta al objeto a una temperatura más baja. Esta diferencia de temperatura impulsa la transferencia de energía.
Piense en ello así:imagine dos cucharas de metal, una caliente y una fría. Si los toca juntos, la cuchara caliente transferirá su energía térmica a la cuchara fría a través de las moléculas vibratorias en el punto de contacto. Esta transferencia continuará hasta que ambas cucharas alcancen la misma temperatura, momento en el que ya no hay una fuerza impulsora para la transferencia de calor.