* Edad de la vaca: Las vacas jóvenes y crecientes asignan una porción mayor de su ingesta de energía al crecimiento de los tejidos.
* Embarazo y lactancia: Las vacas lactantes requieren más energía para la producción de leche, lo que a su vez influye en el crecimiento del tejido.
* Raza y genética: Las diferentes razas tienen diferentes tasas metabólicas y patrones de crecimiento.
* Dieta: Una dieta de alta calidad proporciona energía más fácilmente disponible para el crecimiento de los tejidos.
* entorno: Factores como la temperatura y el estrés pueden afectar la utilización de la energía.
Sin embargo, se pueden hacer algunas estimaciones generales:
* creciendo terneros: Los terneros jóvenes pueden usar hasta el 50-60% de su ingesta de energía para el crecimiento y el desarrollo de tejidos.
* vacas maduras: Las vacas maduras, especialmente las que están en mantenimiento, asignarán un porcentaje menor de energía hacia el crecimiento del tejido, probablemente en el rango del 10-20%.
Es importante recordar que estas son solo estimaciones y el porcentaje real puede variar significativamente en función de las circunstancias específicas.
Para obtener información más precisa, deberá consultar con un veterinario o científico de animales especializado en nutrición y manejo del ganado.