1. Temperatura: Cuanto mayor sea la temperatura del cuerpo, más calor emite. Esto es descrito por la ley Stefan-Boltzmann, que establece que la energía radiante emitida por unidad de área por unidad de tiempo es proporcional a la cuarta potencia de la temperatura absoluta.
2. Área de superficie: Una superficie más grande irradiará más calor que una superficie más pequeña a la misma temperatura.
3. Emisividad: La emisividad es una propiedad material que describe cuán eficientemente una superficie irradia el calor. Una superficie con una emisividad de 1 irradia perfectamente el calor, mientras que una superficie con una emisividad de 0 no irradia el calor en absoluto. Las superficies del cuerpo negro tienen una emisividad de 1.
4. Longitud de onda: La cantidad de calor emitida en diferentes longitudes de onda varía. Un cuerpo caliente emite radiación en un rango de longitudes de onda, con el pico de la emisión que cambia a longitudes de onda más cortas a medida que aumenta la temperatura. Esto es descrito por la ley de desplazamiento de Wien.
5. Medio ambiente: El entorno circundante también influye en la emisión de calor. Por ejemplo, si el aire circundante es más frío que el cuerpo, el calor se transferirá al aire a través de la convección y la conducción, además de la radiación.
6. Capacidad térmica específica: La capacidad de calor específica del material determina cuánta energía se requiere para elevar la temperatura de una masa dada del material. Una capacidad de calor específica más alta significa que el cuerpo tardará más en enfriarse y emitir menos calor con el tiempo.
En resumen, el calor emitido por un cuerpo caliente está directamente relacionado con su temperatura, área de superficie y emisividad, e influenciado por su entorno y capacidad de calor específica.