1. Una batería: Las baterías almacenan energía química, que se puede convertir en energía eléctrica para alimentar dispositivos.
2. Un trozo de comida: Los alimentos contienen energía química almacenada en los enlaces de moléculas como carbohidratos, grasas y proteínas. Nuestros cuerpos descomponen estos enlaces para liberar energía para nuestras actividades.
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