* Energía química: El alimento que comemos contiene energía química almacenada en los enlaces de moléculas como carbohidratos, grasas y proteínas.
* Digestión y metabolismo: Nuestros cuerpos descomponen estas moléculas a través de la digestión y el metabolismo, liberando la energía química almacenada.
* ATP: Esta energía se usa para crear una molécula llamada ATP (trifosfato de adenosina), que es la moneda de energía primaria de las células.
* Impulsos nerviosos: Las células nerviosas (neuronas) usan ATP para crear y mantener gradientes eléctricos en sus membranas. Estos gradientes son cruciales para transmitir impulsos nerviosos, que son señales eléctricas que transportan información en todo el cuerpo.
En resumen: La energía química almacenada en los alimentos se convierte en energía eléctrica en forma de impulsos nerviosos.