Esta relación es descrita por la ecuación de Planck:
e =h * f
dónde:
* e es la energía de un fotón (una sola unidad de luz)
* h es la constante de Planck (una constante fundamental de la naturaleza)
* f es la frecuencia de la onda electromagnética
Esta ecuación nos dice que la energía de un fotón es directamente proporcional a su frecuencia. Entonces, si la frecuencia se duplica, la energía del fotón también se duplica.
Esto es lo que esto significa en términos prácticos:
* ondas de alta frecuencia Al igual que los rayos gamma y los rayos X tienen mucha energía. Es por eso que pueden ser peligrosos, ya que pueden dañar las células y causar mutaciones.
* ondas de baja frecuencia Al igual que las ondas de radio y las microondas tienen relativamente poca energía. Es por eso que se utilizan para la comunicación y la calefacción.
En resumen, aumentar la frecuencia de una onda electromagnética conduce a un aumento en la energía transportada por cada fotón de la onda.