He aquí por qué:
* Los combustibles fósiles almacenan energía química. Se formaron durante millones de años a partir de los restos de organismos antiguos.
* Burning libera esa energía. Cuando quemamos combustibles fósiles (como el carbón, el petróleo y el gas natural), rompemos los enlaces químicos dentro de ellos, liberando energía térmica.
* Esta energía térmica se usa para generar electricidad. En las centrales eléctricas, el calor de los combustibles ardientes se usa para hervir agua y crear vapor, lo que impulsa turbinas para generar electricidad.
Sin embargo, la quema de combustibles fósiles tiene inconvenientes significativos:
* emisiones de gases de efecto invernadero: La quema de combustibles fósiles libera dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero a la atmósfera, contribuyendo al cambio climático.
* Contaminación: Los combustibles fósiles en llamas también liberan otros contaminantes, como el dióxido de azufre y los óxidos de nitrógeno, que pueden dañar la salud humana y el medio ambiente.
* Agotamiento de recursos: Los combustibles fósiles son recursos finitos, y los estamos consumiendo a un ritmo mucho más rápido de lo que se están reponiendo.
Por lo tanto, existe un impulso creciente para la transición a fuentes de energía renovables, como la energía solar, el viento y la energía hidroeléctrica, que no producen emisiones de gases de efecto invernadero y son más sostenibles.