* Los gases de efecto invernadero funcionan absorbiendo y reemitiendo la radiación infrarroja. Este proceso se trata de cómo las moléculas interactúan con la luz, no con su densidad. Las moléculas de CO2 son muy buenas para absorber y volver a emitir radiación infrarroja, que es parte de la energía saliente de la Tierra.
* La atmósfera se mezcla constantemente. A pesar de que el CO2 es ligeramente más pesado, las corrientes de viento y convección mezclan la atmósfera constantemente, asegurando que el CO2 se extienda por toda la atmósfera.
* El efecto invernadero se trata de atrapar el calor, no bloquearlo. El CO2 no forma una barrera física sobre la tierra como una manta. Es más como un filtro que permite que una luz solar llegue a la superficie, pero atrapa parte del calor que de otro modo escaparía de regreso al espacio.
Piense en ello de esta manera: Imagina que estás usando un abrigo pesado. Aunque el abrigo es pesado, todavía te mantiene caliente. El abrigo no bloquea el sol, pero evita que el calor de su cuerpo escape. Del mismo modo, el CO2 no bloquea la luz solar, pero atrapa el calor en la atmósfera.
Entonces, a pesar de que el dióxido de carbono es más denso que el aire, su capacidad para atrapar el calor y actuar como un gas de efecto invernadero se debe a su estructura molecular y cómo interactúa con la radiación infrarroja.