1. Calor interno de la Tierra: El núcleo de la Tierra es increíblemente caliente, alcanzando temperaturas de más de 5,000 grados Celsius (9,000 grados Fahrenheit). Este calor irradia hacia afuera, calentando el manto circundante.
2. Magma y volcanes: En algunas áreas, este calor es tan intenso que derrite la roca en el manto, formando magma. Este magma se eleva hacia la superficie de la tierra, a veces en erupción como volcanes.
3. Reservas geotérmicas: Alrededor de estas áreas volcánicas, el magma caliente calienta las fuentes de agua subterránea, creando depósitos geotérmicos. Estos depósitos pueden ser:
* Sistemas hidrotérmicos: El agua calentada por el magma, a menudo bajo alta presión, se puede encontrar en cámaras o acuíferos subterráneos.
* Campos de vapor seco: En algunos casos, el agua en el depósito está tan caliente que se convierte en vapor.
4. Cosecha de energía geotérmica: Podemos aprovechar estos depósitos geotérmicos perforando pozos y usando el calor para varios fines:
* Plantas de energía geotérmica: El vapor o el agua caliente se pueden usar para girar turbinas y generar electricidad.
* Aplicaciones de uso directo: El calor se puede usar directamente para calentar casas, invernaderos o procesos industriales.
En resumen:
* Los volcanes son indicadores de áreas donde el magma está cerca de la superficie.
* El calor de este magma calienta el agua subterránea, creando depósitos geotérmicos.
* Podemos usar esta energía térmica para la generación de energía y otras aplicaciones.
Es importante tener en cuenta que la energía geotérmica no se limita a las áreas volcánicas. Se pueden encontrar otras formas de energía geotérmica, como los sistemas "geopressurados", en áreas con alto flujo de calor pero sin volcanismo activo.