* La presión del aire se distribuye uniformemente. El aire nos presiona desde todos los lados, no solo desde arriba. Esto significa que la fuerza está equilibrada, por lo que no sentimos un peso aplastante. Es similar a estar sumergido en el agua:la presión del agua es igual a su alrededor.
* Nuestros cuerpos son fuertes. Nuestros cuerpos están diseñados para resistir la presión de la atmósfera. Tenemos presión interna (de nuestra sangre y fluidos) que contrarresta la presión externa.
* El aire es compresible. El aire no es sólido, está compuesto por pequeñas partículas que pueden moverse. Esto significa que la presión se puede distribuir por todo el aire, reduciendo la fuerza en cualquier punto.
Piense en ello de esta manera: Imagina sostener un globo. El aire dentro del globo empuja hacia afuera, y el aire fuera del globo empuja hacia adentro. Estas fuerzas están equilibradas, y es por eso que el globo no colapsa. Nuestros cuerpos son como pequeños globos, capaces de resistir la presión del aire que nos rodea.
Sin embargo, si de repente fuera transportado a un lugar con una presión de aire muy baja, como una gran altitud, la diferencia de presión podría causar problemas como la dificultad para respirar o incluso dañar su cuerpo.