1. Combustión y dióxido de azufre:
* Cuando los combustibles que contienen azufre se queman (como el carbón o el petróleo), el azufre reacciona con oxígeno en el aire, formando gas de dióxido de azufre (SO2). Este es un gas incoloro con un olor picante.
2. Dióxido de azufre en la atmósfera:
* El dióxido de azufre liberado a la atmósfera puede viajar largas distancias, transportadas por vientos.
3. Transformación al ácido sulfúrico:
* En la atmósfera, el dióxido de azufre reacciona con oxígeno, agua y otras sustancias, que se transforman en ácido sulfúrico (H2SO4). Esto sucede a través de una serie de reacciones químicas complejas, a menudo catalizadas por la luz solar.
4. Formación de lluvia ácida:
* El ácido sulfúrico, junto con otros compuestos ácidos como el ácido nítrico (formado a partir de óxidos de nitrógeno), se disuelve en las gotas de agua en las nubes. Esto forma agua de lluvia ácida que es más ácida que el agua de lluvia normal.
5. Efectos de lluvia ácida:
* Impactos ambientales: La lluvia ácida puede dañar los bosques, los lagos y los ríos, dañando los ecosistemas y la vida silvestre. También puede corroer edificios, estatuas y otras estructuras.
* Preocupaciones de salud: Si bien la exposición directa a la lluvia ácida generalmente no es dañina, los contaminantes que contribuyen a ella pueden causar problemas respiratorios.
En resumen, la quema de combustibles con impurezas de azufre libera dióxido de azufre, que se transforma en ácido sulfúrico en la atmósfera. Este ácido sulfúrico luego cae al suelo como lluvia ácida, causando varios problemas ambientales y de salud.