1. Radiación solar: Esta es la fuente de energía más importante para la Tierra. El sol emite energía en forma de radiación electromagnética, y una porción de esta radiación llega a la tierra. Esta energía impulsa muchos procesos, incluidos:
* Clima y clima: La radiación solar calienta la superficie de la Tierra, creando diferencias de temperatura que impulsan la circulación atmosférica y los patrones climáticos.
* Photosíntesis: Las plantas usan la luz solar para convertir el dióxido de carbono y el agua en azúcares, proporcionando energía para la vida en la Tierra.
* Ciclo hidrológico: La energía solar impulsa la evaporación, que alimenta el movimiento del agua a través de la atmósfera y su regreso a la superficie de la Tierra como precipitación.
2. El calor interno de la Tierra: El interior de la Tierra contiene un vasto depósito de calor, generado por:
* Decadencia radiactiva: Elementos radiactivos dentro de la descomposición del núcleo y el manto de la Tierra, liberando calor.
* calor residual de la formación: Un calor de la formación de la Tierra hace miles de millones de años todavía se retiene en el interior de la tierra.
Este calor interno impulsa:
* Tectónica de placas: El movimiento de las placas tectónicas funciona con corrientes de convección en el manto, que son impulsados por el calor interno. Este movimiento da forma a los continentes, crea montañas e influye en los terremotos y la actividad volcánica.
* Actividad geotérmica: El calor interno de la Tierra es responsable de las características geotérmicas como aguas termales, géiseres y volcanes.
Si bien la radiación solar es la principal fuente de energía que impulsa la mayoría de los procesos superficiales, el calor interno de la Tierra es crucial para dar forma a la estructura, la geología del planeta y algunos de sus eventos geológicos más dramáticos.