* Formación lenta: La turba se forma de materia vegetal parcialmente descompuesto en pantanos y humedales. Este proceso de descomposición y acumulación es extremadamente lento, lo que lleva miles de años para formar depósitos significativos.
* La tasa de agotamiento excede la tasa de formación: La tasa a la que se cosecha la turba para el combustible excede con creces la tasa a la que se forma naturalmente. Esto significa que estamos consumiendo turba más rápido de lo que puede reponerse.
* Recurso finito: Los depósitos de turba son finitos, lo que significa que hay una cantidad limitada disponible. Una vez que estos depósitos se agotan, se han ido efectivamente a fines prácticos en una escala de tiempo humana.
Por lo tanto, si bien la turba es técnicamente un recurso renovable en una escala de tiempo geológica, se considera un recurso no renovable para fines prácticos debido a la tasa de formación lenta y la rápida tasa de consumo. Esta es la razón por la cual el uso de la turba como fuente de energía se desaconseja cada vez más a favor de alternativas verdaderamente renovables.