1. Temperatura:
* Temperatura más alta: Los objetos a temperaturas más altas emiten más energía radiante de la que absorben. Esto se debe a que tienen más energía térmica para liberarse como radiación electromagnética.
* Temperatura más baja: Los objetos a temperaturas más bajas absorben más energía radiante de lo que emiten. Son esencialmente "hambrientos" para que la energía térmica alcance el equilibrio con su entorno.
2. Emisividad (ε):
* Alta emisividad: Los objetos con alta emisividad son buenos emisores de energía radiante. Liberan fácilmente la energía térmica como radiación infrarroja. Los ejemplos incluyen superficies oscuras y ásperas como el asfalto.
* baja emisividad: Los objetos con baja emisividad son emisores pobres de energía radiante. Tienden a reflejar más radiación de la que emiten. Los ejemplos incluyen superficies brillantes y pulidas como plata o espejos.
3. Absorción (α):
* Alta absorción: Los objetos con alta absorción absorben eficientemente la energía radiante de su entorno. Reciben fácilmente energía térmica del medio ambiente. Las superficies oscuras y ásperas tienen una alta absorción.
* baja absorción: Los objetos con baja absorción absorben mal la energía radiante. Reflejan la mayor parte de la radiación entrante. Las superficies brillantes y pulidas tienen baja absorción.
4. Longitud de onda de la radiación:
* Los objetos generalmente absorben y emiten radiación a diferentes longitudes de onda. Esto se conoce como la ley de radiación térmica de Kirchhoff.
* Un objeto puede ser un buen absorbedor en una longitud de onda pero un pobre absorbedor en otra longitud de onda.
Absorción neta versus emisión neta:
* absorbedor de la red: Un objeto es un absorbedor neto si absorbe más energía radiante de la que emite. Esto conduce a un aumento en la temperatura del objeto.
* emisor neto: Un objeto es un emisor neto si emite más energía radiante de la que absorbe. Esto conduce a una disminución en la temperatura del objeto.
En resumen:
La interacción entre un objeto y la energía radiante es compleja y depende de la temperatura del objeto, la emisividad, la absorción y las longitudes de onda de la radiación involucradas. La interacción de estos factores determina si el objeto es un absorbedor neto o un emisor neto de energía radiante.