Combustibles líquidos:
* queroseno: Un producto de petróleo altamente refinado, a menudo utilizado en combinación con oxígeno líquido (LOX). Es un combustible relativamente económico y confiable.
* hidrógeno líquido (LH2): Un combustible muy liviano con alto contenido de energía, a menudo utilizado con LOX. Es altamente eficiente pero también muy frío y difícil de manejar.
* metano líquido (CH4): Un combustible en llamas más limpio que el queroseno, también a menudo utilizado con LOX. Está ganando popularidad debido a su eficiencia y potencial para la producción en el espacio.
Combustibles sólidos:
* Propulsores compuestos: Consiste en un combustible sólido mezclado con un oxidante, aglutinante y otros ingredientes. Son simples de almacenar e encender, pero menos controlables que los combustibles líquidos.
* propulsores de doble base: Hecho principalmente a partir de nitrocelulosa y nitroglicerina, son muy enérgicos pero también altamente sensibles.
Otros combustibles:
* propulsores híbridos: Combine un combustible sólido con un oxidante líquido, ofreciendo una mezcla de ventajas de combustible sólido y líquido.
* Propulsión eléctrica: Utiliza electricidad para acelerar el propulsor, ofreciendo muy alta eficiencia pero un empuje más bajo.
El combustible específico utilizado en un cohete depende de los requisitos de la misión, como:
* carga útil: El tamaño y el peso de lo que el cohete necesita llevar.
* empuje: La cantidad de fuerza necesaria para lanzar y impulsar el cohete.
* Duración de la misión: Cuánto tiempo necesita operar el cohete.
* Costo: El precio del combustible y su manejo.
Es importante tener en cuenta que los cohetes a menudo usan una combinación de tipos de combustible y sistemas de propulsión para lograr un rendimiento óptimo para su misión específica.