Aquí hay un desglose de los diferentes tipos:
* propulsores líquidos: Estos son el tipo más común de combustible utilizado en satélites. Por lo general, consisten en dos componentes:un combustible y un oxidante. Algunos ejemplos comunes incluyen:
* Hidrazina: Un combustible altamente tóxico que a menudo se usa en combinación con tetroxido de nitrógeno como oxidante.
* monometilhidrazina (MMH): Otro combustible tóxico, a menudo utilizado con tetroxido de dinitrógeno (NTO) como oxidante.
* hidrógeno/oxígeno: Esta combinación es altamente eficiente pero requiere almacenamiento criogénico.
* propulsores sólidos: Estos combustibles son típicamente una mezcla de combustible, un oxidante y una carpeta. Son más simples de almacenar e encender, pero proporcionan menos control sobre el empuje.
* Propulsores compuestos: Estos contienen un aglutinante sólido y un combustible como el polvo de aluminio, junto con un oxidante como perclorato de amonio.
Propulsión eléctrica es otro método que gane popularidad para la propulsión satélite, especialmente para misiones de larga duración:
* propulsores de iones: Estos motores usan electricidad para ionizar un gas propulsor, acelerando los iones para crear empuje. Este método es muy eficiente pero produce bajo empuje.
* Hall-Effect Thrusters: Estos motores usan un campo eléctrico y magnético para acelerar los iones propulsores, proporcionando un mayor empuje que los propulsores de iones.
Otras consideraciones de combustible:
* Eficiencia de combustible: Los satélites apuntan a una alta eficiencia de combustible para maximizar la duración de la misión.
* Almacenamiento: El combustible debe almacenarse de manera segura y confiable, especialmente en el hostil entorno del espacio.
* Toxicidad: Algunos combustibles son altamente tóxicos, lo que requiere un manejo y eliminación cuidadosos.
La elección del combustible para un satélite específico depende de factores como los requisitos de la misión, el rendimiento deseado y las consideraciones de costos.