1. Energía química (cohetes):
* combustible: Este es el método más común, utilizando reacciones químicas para crear empuje. Los cohetes queman propulsores como el hidrógeno y el oxígeno líquidos, o combustible sólido, para generar gases calientes que se expulsan de la boquilla, impulsando el cohete hacia arriba.
* Tipos de cohetes:
* cohetes líquidos-propelentes: Más eficiente, pero complejo y requieren sistemas de combustible especializados.
* cohetes de propelente sólido: Más simple, pero menos eficiente y más difícil de controlar una vez encendido.
2. Propulsión eléctrica:
* motores de iones: Estos motores usan electricidad para ionizar a un propulsor (generalmente gas de xenón), acelerando los iones a altas velocidades y creando empuje. Los motores de iones son muy eficientes en combustible, pero producen un empuje relativamente bajo, lo que los hace más adecuados para misiones de larga duración.
3. Propulsión nuclear:
* cohetes térmicos nucleares: Estos usan un reactor nuclear para calentar un propulsor (generalmente hidrógeno), que luego se expulsa para generar empuje. Ofrecen una mayor eficiencia que los cohetes químicos y se están explorando para futuras misiones.
* cohetes de fisión nuclear: Estos usan fisión nuclear para crear empuje, pero aún no se han utilizado en el espacio.
4. Velas solares:
* luz solar: Este método utiliza velas grandes y reflectantes para capturar el impulso de la luz solar, acelerando una nave espacial con el tiempo. Si bien no es técnicamente "energía" en el sentido tradicional, utiliza la energía de la luz solar para la propulsión.
5. Otros métodos potenciales:
* Propulsión láser: Esto implicaría usar láseres para calentar a un propulsor, creando empuje. Todavía está en la etapa experimental.
* Propulsión antimateria: Hipotético, pero podría ofrecer un potencial energético inmenso, aunque enfrenta desafíos técnicos significativos.
Nota importante: Si bien las fuentes de energía enumeradas anteriormente se utilizan para * lanzar * cohetes y naves espaciales * hacia * la luna, una vez que llegan a la luna, generalmente confían en una combinación de paneles solares y baterías para la energía.
La fuente de energía específica utilizada para una misión lunar depende de los objetivos, la duración y la carga útil de la misión.