* azúcares: Estos son carbohidratos simples que se absorben rápidamente en el torrente sanguíneo, proporcionando una rápida explosión de energía. Vienen en varias formas, incluyendo:
* glucosa: La fuente de combustible preferida del cuerpo. Encontrado en frutas, miel y algunas verduras.
* fructosa: Encontrado en frutas y miel.
* sacarosa: Azúcar de mesa, derivado de la caña de azúcar o la remolacha de azúcar.
* lactosa: Encontrado en productos lácteos.
* almidones: Estos son carbohidratos complejos, formados por largas cadenas de moléculas de azúcar. Se descomponen más lentamente que los azúcares, proporcionando una liberación sostenida de energía. Los ejemplos incluyen:
* Patatas: Una rica fuente de almidón.
* granos: Arroz, trigo, maíz, avena.
* legumbres: Frijoles, lentejas, guisantes.
Así es como funcionan:
* Cuando comemos almidones y azúcares, nuestros cuerpos los rompen en glucosa.
* La glucosa se transporta a nuestras células, donde se usa como combustible para alimentar todas nuestras funciones corporales, incluido el movimiento muscular, la actividad cerebral y el crecimiento celular.
Nota importante: Si bien los almidones y los azúcares son esenciales para la energía, es crucial consumirlos con moderación y elegir fuentes saludables. La ingesta excesiva de azúcar puede provocar aumento de peso, diabetes y otros problemas de salud.