* Temperatura: Los planchas de soldadura están diseñadas para alcanzar temperaturas mucho más altas que los encendedores. Un soldador típico funciona alrededor de 350-450 ° C (662-842 ° F), mientras que una llama más ligera alcanza alrededor de 1,000 ° C (1,832 ° F). Sin embargo, esto no significa que el encendedor sea más caliente en general.
* Concentración de calor: Un soldador concentra su calor en una pequeña punta, lo que permite una aplicación precisa y una transferencia de calor eficiente a la soldadura y pieza de trabajo. La llama de un ligero se extiende, lo que lo hace menos efectivo para soldar.
* Control: Los planchas de soldadura tienen controles de temperatura y, a menudo, consejos ajustables, lo que le permite controlar la cantidad y el enfoque de calor. Las llamas más ligeras son menos controlables para aplicaciones de soldadura.
En resumen, la llama de un encendedor está demasiado caliente y extendida, lo que la hace inadecuada para el calentamiento preciso y controlado requerido para soldar.