1. Diferencias de densidad del aire: Diferentes masas de aire con densidades variables pueden conducir a un viento diferencial. El aire más cálido tiende a ser menos denso que el aire más frío. Como resultado, el viento fluye desde áreas de mayor presión de aire (aire más frío y denso) a áreas de presión de aire más baja (aire más cálido, menos denso). Esta diferencia de presión crea un gradiente de viento y puede provocar la cizalladura del viento.
2. Fricción superficial: La velocidad y la dirección del viento están influenciadas por la fricción con la superficie de la Tierra. El terreno áspero, los edificios e incluso los cuerpos de agua pueden disminuir la velocidad y crear áreas de diferentes velocidades del viento. Esta diferencia de fricción conduce a la cizalladura del viento.
3. Convergencia o divergencia del flujo de aire: Cuando las masas de aire convergen o divergen, interactúan entre sí, alterando su velocidad y dirección. Por ejemplo, una corriente de chorro puede causar cizalladura del viento empujando contra las masas de aire más lentas debajo de ella. Del mismo modo, un frontal frío que empuja al aire más cálido puede crear un cambio repentino en la dirección y la velocidad del viento.
Estos tres factores pueden funcionar de forma independiente o juntos para crear viento diferencial. Es importante tener en cuenta que la cizalladura del viento puede ocurrir en varias altitudes y puede representar riesgos para la aviación y otras actividades.