1. Falta de agua tibia:
* Los huracanes son alimentados por el calor y la humedad de las cálidas aguas oceánicas. Cuando se mueven sobre la tierra, pierden acceso a esta fuente de energía.
* Las superficies terrestres son mucho más frías que las superficies oceánicas, y no proporcionan la misma cantidad de humedad para mantener la tormenta.
2. Fricción:
* El terreno áspero de la tierra crea más fricción que la superficie lisa del océano. Esta fricción ralentiza los vientos y reduce la intensidad de la tormenta.
* Los árboles, los edificios y otros obstáculos actúan como barreras, interrumpiendo el flujo del aire y debilitando la tormenta.
3. Falta de convergencia:
* Los huracanes desarrollan y fortalecen cuando los vientos convergen en el centro de la tormenta, creando un flujo ascendente de aire.
* Sobre la tierra, los patrones de viento cambian, y la zona de convergencia se debilita, reduciendo el flujo ascendente del aire y la intensidad de la tormenta.
4. Aire seco:
* Las áreas terrestres tienden a tener aire más seco en comparación con el aire húmedo sobre el océano.
* Este aire seco inhibe la formación de nubes y lluvia, reduciendo la energía de la tormenta.
5. Mecanismo de elevación reducido:
* Los huracanes son impulsados por un ciclo de aire creciente y cálido y húmedo y hundido aire fresco y seco.
* Sobre la tierra, el mecanismo de elevación que impulsa este ciclo se debilita, lo que hace que la tormenta se debilite.
6. Cambios en la presión atmosférica:
* Las superficies terrestres pueden alterar los gradientes de presión que influyen en la pista e intensidad de la tormenta.
* Estos cambios en la presión pueden hacer que la tormenta debilite o cambie de dirección.
7. Efectos topográficos:
* Las montañas y otras formas gemelas pueden interrumpir el flujo de aire dentro de un huracán, lo que lleva a debilitarse o incluso al descomposición de la tormenta.
Es importante recordar que a pesar de que un huracán pierde energía sobre la tierra, aún puede causar daños significativos. Las fuertes lluvias, los fuertes vientos y la marejada ciclónica pueden tener consecuencias devastadoras, incluso después de que un huracán se debilita.