lípidos:
1. Desglose: Los lípidos, principalmente triglicéridos, se descomponen en glicerol y ácidos grasos.
2. Metabolismo del glicerol: El glicerol se convierte en gliceraldehído-3-fosfato, un intermedio en la glucólisis, la vía principal de descomposición del azúcar.
3. Beta-oxidación de ácidos grasos: Los ácidos grasos se descomponen en unidades de dos carbonos llamadas acetil-CoA a través de un proceso llamado beta-oxidación.
4. Acetil-CoA entra al ciclo de ácido cítrico: Acetyl-CoA ingresa al ciclo de ácido cítrico, una vía metabólica central que produce ATP (energía) y reductores de equivalentes como NADH y FADH2.
5. Cadena de transporte de electrones: NADH y FADH2 donan electrones a la cadena de transporte de electrones, que genera un gradiente de protones que impulsa la síntesis de ATP.
proteínas:
1. Desglose: Las proteínas se descomponen en aminoácidos individuales.
2. Deaminación: El grupo amino se elimina de los aminoácidos, formando amoníaco y un esqueleto de carbono.
3. Metabolismo del esqueleto de carbono: El esqueleto de carbono se puede convertir en varios intermedios que ingresan a la glucólisis o las vías del ciclo de ácido cítrico.
4. gluconeogénesis: Ciertos aminoácidos se pueden usar para sintetizar glucosa a través de la gluconeogénesis, un proceso que utiliza fuentes de no carbohidratos para producir glucosa.
Puntos clave:
* Eficiencia energética: Las grasas son generalmente más ricas en energía que los carbohidratos o proteínas por unidad de masa.
* Interconexión metabólica: El metabolismo de los lípidos y las proteínas está interconectado con el metabolismo de los carbohidratos.
* Consideraciones nutricionales: La ingesta excesiva de proteínas puede enfatizar los riñones debido al amoníaco producido durante la desaminación.
* Regulación: El uso de lípidos y proteínas como fuentes de energía está estrechamente regulado por hormonas y enzimas para mantener el equilibrio energético.
En resumen, tanto los lípidos como las proteínas se pueden descomponer y sus esqueletos de carbono se pueden usar para producir energía a través de diversas vías metabólicas, incluida la glucólisis, el ciclo del ácido cítrico y la cadena de transporte de electrones. Esto permite que nuestros cuerpos utilicen diversas fuentes de energía para satisfacer nuestras necesidades metabólicas.