Cuando las microondas golpean los alimentos, hacen que las moléculas de agua que contienen vibren. Esta vibración crea fricción, lo que genera calor y cocina los alimentos. Las microondas se reflejan en las superficies metálicas, por lo que no calientan los objetos metálicos. Por eso puedes utilizar utensilios de metal en el microondas sin que se calienten.
Las microondas también se reflejan en el vidrio y el plástico, pero estos materiales también pueden absorber algunas de las microondas. Esto significa que los recipientes de vidrio y plástico pueden calentarse cuando se usan en el microondas.