Hay varias formas de reducir la cantidad de calor que se pierde a partir de la energía térmica. Una forma es utilizar aislamiento. El aislamiento es un material que atrapa el calor, lo que significa que puede ayudar a evitar que se escape la energía térmica. Otra forma de reducir la pérdida de calor es utilizar intercambiadores de calor. Los intercambiadores de calor son dispositivos que transfieren calor de un fluido a otro. Esto se puede utilizar para transferir calor de un fluido caliente a un fluido frío, o de un fluido frío a un fluido caliente.
La energía térmica es un recurso valioso, pero puede resultar difícil utilizarlo de manera eficiente. Mediante el uso de aislamientos e intercambiadores de calor, podemos reducir la cantidad de calor que se pierde de la energía térmica y hacerla más útil.