La primera ley de la termodinámica establece que la energía no se puede crear ni destruir, sólo transferirse o transformarse. Esto significa que la cantidad total de energía en un sistema aislado permanece constante, independientemente de los cambios que ocurran dentro del sistema.
La segunda ley de la termodinámica establece que la entropía o desorden siempre aumenta en un sistema aislado. Esto significa que con el tiempo, la energía se vuelve menos útil porque se distribuye de manera más uniforme y se vuelve menos concentrada.
Entonces, si bien el valor de la energía no disminuye ni aumenta, la utilidad de la energía puede disminuir con el tiempo. Es por eso que debemos tener cuidado con la forma en que usamos la energía y debemos intentar usarla de manera que minimice el desperdicio.