El calor latente de sublimación suele ser mayor que el calor latente de vaporización (la energía necesaria para convertir un líquido en gas) porque se requiere más energía para romper las fuerzas intermoleculares más fuertes en un sólido en comparación con un líquido.
El calor latente de sublimación, \(L_{sub}\), se puede calcular mediante la siguiente fórmula:
$$L_{sub} =H_{sub} - H_{sólido}$$
donde \(H_{sub}\) es la entalpía de sublimación y \(H_{solid}\) es la entalpía del sólido.
La entalpía de sublimación se puede medir experimentalmente utilizando diversas técnicas como la calorimetría o las mediciones de presión de vapor. Es una propiedad importante para comprender el comportamiento de fases de sustancias y tiene aplicaciones prácticas en procesos como la liofilización y la impresión por sublimación.