Aquí hay un desglose del proceso:
1. Iniciación: Cuando decides doblar los dedos, tu cerebro envía señales a los músculos apropiados del antebrazo.
2. Conversión de energía: Los músculos reciben estas señales y utilizan la energía química almacenada dentro de sus células (en forma de trifosfato de adenosina o ATP) para generar energía mecánica.
3. Contracción muscular: Las fibras musculares se contraen, tirando de los tendones que conectan los músculos con los huesos de los dedos.
4. Flexión: La contracción de los músculos hace que los huesos de los dedos se doblen, lo que da como resultado la formación de un puño.
Entonces, la forma de energía involucrada principalmente al doblar los dedos para cerrar el puño es energía química almacenada en los músculos, que se convierte en energía mecánica a través de la contracción muscular y, en última instancia, conduce a la flexión de los dedos.