La energía del punto final de una partícula beta depende de la desintegración nuclear específica involucrada y está determinada por la diferencia de masa entre el núcleo padre y el núcleo hijo, teniendo en cuenta las masas de la partícula beta emitida y el antineutrino.
La energía del punto final de la desintegración beta se puede calcular mediante la siguiente fórmula:
$$Q_\beta =(M_p - M_d - m_e) c^2$$
Dónde:
- \(Q_\beta \) es la energía del punto final.
- \(M_p\) es la masa del núcleo padre.
- \(M_d\) es la masa del núcleo hijo.
- \(m_e\) es la masa de la partícula beta emitida.
- \(c\) es la velocidad de la luz.
La energía del punto final representa la energía cinética máxima que puede poseer la partícula beta después de la desintegración. En la práctica, las partículas beta pueden tener un rango de energías hasta este valor final.