La temperatura mínima de la casa recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es de 18°C (64,4°F). Esto se debe a que la capacidad del cuerpo para regular su temperatura se reduce cuando hace frío, lo que puede provocar hipotermia y otros problemas de salud.
Sin embargo, algunas personas pueden sentirse cómodas a temperaturas inferiores a 18°C, especialmente si llevan ropa abrigada. En general, es importante abrigarse bien y mantener la casa a una temperatura agradable para evitar problemas de salud.