Los hervidores eléctricos utilizan
energía eléctrica para calentar agua. Esta energía se convierte en calor mediante el uso de un elemento calefactor, que suele estar hecho de metal. El elemento calefactor está conectado a una toma de corriente y, cuando se enciende, una corriente eléctrica fluye a través de él. Esto hace que el elemento calefactor se caliente mucho y transfiera este calor al agua del hervidor. A medida que el agua absorbe calor, comienza a subir de temperatura y eventualmente hierve.