Por ejemplo, el aire dentro de nuestros pulmones empuja hacia afuera con la misma fuerza que el aire fuera de nuestros pulmones empuja hacia adentro. Esto significa que la fuerza neta sobre nuestros pulmones es cero y no colapsan.
La presión dentro de nuestro cuerpo está regulada por varios mecanismos, incluidos los pulmones y el sistema circulatorio. Los pulmones ayudan a mantener una presión de aire constante en el cuerpo, mientras que el sistema circulatorio ayuda a distribuir la sangre y los líquidos por todo el cuerpo, lo que también ayuda a mantener el equilibrio de la presión.