La energía del plasma suele ser mucho mayor que la energía térmica de las partículas neutras. Esto significa que los plasmas suelen ser muy calientes, con temperaturas de millones de grados Celsius o incluso superiores. Sin embargo, los plasmas también pueden existir a temperaturas mucho más bajas, como en la ionosfera de la Tierra.
La energía del plasma es importante porque determina las propiedades del plasma. Por ejemplo, la energía del plasma afecta la conductividad eléctrica, el índice de refracción y la velocidad del sonido en el plasma.
La energía del plasma se puede calcular mediante la siguiente fórmula:
$$E_p =\frac{3}{2}nkT_e$$
dónde:
* \(E_p\) es la energía del plasma (en julios)
* \(n\) es la densidad electrónica (en partículas por metro cúbico)
* \(k\) es la constante de Boltzmann (\(1,38 \times 10^{-23}\) julios por Kelvin)
* \(T_e\) es la temperatura del electrón (en Kelvin)
La energía plasmática es una propiedad fundamental de los plasmas y juega un papel importante en la determinación de su comportamiento.