La energía de una capa de electrones aumenta a medida que aumenta el número de capas. Esto significa que los electrones de las capas superiores tienen más energía que los electrones de las capas inferiores. La energía de un electrón también depende del subnivel que ocupa. Los subniveles se designan con las letras s, p, d y f, y cada subnivel tiene un nivel de energía diferente.
La disposición de los electrones en los niveles de energía está determinada por el principio de exclusión de Pauli, que establece que dos electrones de un átomo no pueden tener el mismo conjunto de números cuánticos. Este principio significa que cada electrón debe ocupar su propio nivel de energía único.
Los niveles de energía de los electrones desempeñan un papel crucial en muchos aspectos de la estructura y el comportamiento atómico, incluidos los enlaces químicos, la espectroscopia y el magnetismo.