1. Entrada de energía mecánica:
Una fuerza externa, como un motor primario (por ejemplo, una turbina de vapor, un motor de combustión interna o una turbina eólica), aplica un par mecánico al eje del generador. Esta energía mecánica es la entrada al proceso de conversión.
2. Rotación del Rotor:
El par mecánico hace que el rotor del generador gire. El rotor es un componente cilíndrico dentro del generador que consta de un material conductor, generalmente alambre de cobre, enrollado en bobinas alrededor de un núcleo ferromagnético.
3. Interacción del campo magnético:
Dentro del generador hay una parte estacionaria llamada estator. El estator consta de bobinas conductoras adicionales dispuestas en un patrón específico. Cuando el rotor gira, crea un campo magnético cambiante debido al movimiento de los conductores que transportan corriente en las bobinas del rotor.
4. Inducción Electromagnética:
El campo magnético cambiante producido por el rotor giratorio induce una fuerza electromotriz (EMF) en las bobinas del estator según la ley de inducción electromagnética de Faraday. Este EMF también se conoce como voltaje inducido.
5. Generación de Corriente Eléctrica:
A medida que el rotor continúa girando, la FEM hace que los electrones fluyan en las bobinas del estator, creando una corriente eléctrica. El flujo de electrones se ve facilitado por el circuito cerrado formado por las bobinas del estator.
6. Salida de energía:
La corriente eléctrica generada en las bobinas del estator fluye a través de un circuito externo conectado a los terminales del generador. La potencia de salida del generador está determinada por el producto del voltaje inducido (EMF) y la corriente que fluye en el circuito.
En resumen, la conversión de par mecánico en energía eléctrica en un generador implica la rotación de un rotor dentro de un campo magnético, que induce una FEM en las bobinas del estator. Este EMF impulsa una corriente eléctrica cuando se proporciona un circuito cerrado, lo que resulta en la generación de energía eléctrica.