Las mitocondrias a menudo se denominan "centros energéticos de la célula" porque generan la mayor parte de la energía celular mediante la producción de trifosfato de adenosina (ATP) a través de la respiración celular. En las células nerviosas, el ATP es esencial para diversos procesos, incluido el mantenimiento del potencial de membrana en reposo, la propagación de potenciales de acción y el apoyo a la liberación y recaptación de neurotransmisores. Por lo tanto, las mitocondrias son cruciales para proporcionar la energía necesaria para las actividades metabólicas de las células nerviosas.