1. Absorción de luz :Los cloroplastos contienen un pigmento verde llamado clorofila. Cuando la luz del sol incide sobre las moléculas de clorofila, la energía luminosa se absorbe, excitando los electrones que contienen.
2. Reacciones dependientes de la luz :Estas reacciones tienen lugar en las membranas tilacoides de los cloroplastos y son impulsadas por la energía luminosa absorbida.
- Fotosistema II :Los electrones excitados pasan a lo largo de una cadena de transporte de electrones, generando moléculas de ATP (trifosfato de adenosina) y NADPH (fosfato de dinucleótido de nicotinamida y adenina), que son moléculas portadoras de energía.
- Fotosistema I :Se captura energía luminosa adicional y los electrones del Fotosistema II reciben más energía. Esta energía bombea iones de hidrógeno (H+) a través de la membrana tilacoide, creando un gradiente.
3. Ciclo de Calvin (reacciones independientes de la luz) :Este conjunto de reacciones ocurre en el estroma de los cloroplastos. No requiere directamente energía luminosa, sino que utiliza el ATP y el NADPH producidos durante las reacciones dependientes de la luz.
- Fijación de Carbono :El dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera se difunde hacia el cloroplasto y es capturado por una molécula llamada ribulosa 1,5-bisfosfato (RuBP). Esta reacción es facilitada por una enzima llamada ribulosa-1,5-bisfosfato carboxilasa/oxigenasa (Rubisco). El compuesto de 6 carbonos resultante es inestable y se divide en dos moléculas de 3-fosfoglicerato (3-PGA).
- Reducción :El ATP y el NADPH producidos durante las reacciones dependientes de la luz se utilizan para convertir moléculas de 3-PGA en gliceraldehído-3-fosfato (G3P). Algunas moléculas de G3P abandonan el ciclo de Calvin para usarse en la síntesis de otros compuestos orgánicos como glucosa, aminoácidos y lípidos.
- Regeneración de RuBP :La mayoría de las moléculas de G3P se utilizan para regenerar RuBP, manteniendo así el ciclo. Esta regeneración requiere ATP.
El ATP y el NADPH producidos en las reacciones dependientes de la luz proporcionan la energía y el poder reductor necesarios para que el ciclo de Calvin convierta el dióxido de carbono en azúcares (G3P) y, finalmente, en otros compuestos ricos en energía.