Cuando el hielo absorbe calor, sus moléculas ganan energía y se vuelven más enérgicas. Este aumento de energía hace que las moléculas se muevan más rápido y más separadas, rompiendo los enlaces que las mantienen en estado sólido. A medida que las moléculas se vuelven más desordenadas, el hielo comienza a derretirse y pasar a un estado líquido.
La temperatura del hielo permanece constante durante el derretimiento ya que la energía térmica absorbida se utiliza para romper los enlaces moleculares en lugar de aumentar la temperatura. Sin embargo, la energía cinética del hielo aumenta debido al movimiento más rápido y errático de sus moléculas.
Una vez que todo el hielo se haya derretido, el agua líquida seguirá absorbiendo calor y su temperatura comenzará a aumentar, lo que provocará un mayor aumento de la energía cinética.